La aerotermia aprovecha la energía presente en el aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS). A diferencia de los sistemas tradicionales, este sistema no quema combustibles fósiles por lo que reduce las emisiones de CO2. Además, los costes de los sistemas tradicionales como el gas natural o el gasóleo pueden superar con creces los costes de la aerotermia. Esta solución puede alcanzar rendimientos superiores al 600%, esto se traduce a que, por cada 1kWh de electricidad consumido, la bomba de calor genera entre 2 y 6kWh de energía térmica.

La reducción en el consumo energético junto con el aprovechamiento del calor contenido en el aire exterior puede generar un ahorro muy significativo, superando el 50% del ahorro en algunos casos frente a los sistemas convencionales.

Otra de las consideraciones a tener en cuenta, es que los sistemas que utilizan combustibles fósiles dependen de las fluctuaciones del mercado energético que están con aumento de precios constante además de inestabilidades geopolíticas. La aerotermia, en cambio, no solo es más económica a largo plazo, sino que también es más estable frente a los cambios del mercado.

La aerotermia contribuye también a la disminución de emisiones de CO₂ al reducir el consumo de combustibles fósiles beneficiando al medio ambiente. Esto está directamente relacionado con el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad energética exigidos por las autoridades competentes. Así, se puede acceder a subvenciones como las ayudas PREE 5000, si se cumple con los requisitos planteados explicados con más detalle en este blog: Con los sistemas Aldes los usuarios pueden acceder a las ayudas PREE 5000, Aldes consejo sobre Promotores.

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